La elección de la pintura para el suelo de un aparcamiento es crucial, ya que debe soportar un alto tráfico de vehículos, cambios bruscos de temperatura y la exposición a productos químicos como aceites y combustibles.

La pintura de fachadas protege las construcciones de las inclemencias del tiempo y les confiere un aspecto renovado. Existen pinturas especiales para exteriores, resistentes a la humedad, la contaminación y los rayos UV. Además de su función protectora, la pintura de fachadas permite personalizar el exterior de una vivienda o edificio.

El lacado de puertas es una técnica que consiste en aplicar varias capas de pintura sobre una puerta para obtener un acabado liso y brillante. El lacado puede realizarse en diferentes colores y tonalidades, y es una excelente opción para renovar puertas antiguas o para dar un toque moderno a cualquier estancia.

Los trabajos de pintura pueden realizarse tanto en interiores como en exteriores. En interiores, la pintura se utiliza para decorar paredes, techos, puertas, ventanas y mobiliario. En exteriores, se aplica a fachadas, tejados, carpintería exterior y elementos metálicos.

El gotelé es una técnica de texturado que consiste en aplicar una pasta sobre la pared para crear un relieve irregular. Ofrece un aspecto más rústico y tradicional, y puede ayudar a disimular pequeñas imperfecciones en la pared. Existen diferentes tipos de gotelé, desde los más gruesos y marcados hasta los más finos y delicados.

La pintura en cerrajería se utiliza para proteger y decorar elementos metálicos como rejas, barandillas, puertas de hierro y mobiliario de exterior. Las pinturas para metal suelen ser resistentes a la corrosión y a los rayos UV.

Antes de pintar una superficie afectada por la humedad, es necesario realizar un tratamiento previo para eliminar las causas de la humedad y evitar que reaparezca. Existen diferentes productos y técnicas para tratar las humedades, como la aplicación de fungicidas, la impermeabilización y la reparación de las filtraciones.

La pintura lisa proporciona un acabado uniforme y suave a las superficies. Es ideal para crear ambientes modernos y minimalistas. Los acabados lisos pueden ser mate, satinados o brillantes, y se adaptan a una amplia variedad de espacios, desde habitaciones hasta oficinas.